En España hay pocas ciudades o provincias donde exista más de un equipo de primer nivel. En realidad, sólo hay cuatro: Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla, pues las otras provincias que siguen en población sólo cuentan con un equipo de primer nivel, como ocurre en Bizkaia, Coruña, Las Palmas, Pontevedra, etc., y en algunas otras, ni siquiera hay uno. Siempre nos hemos planteado si es razonable que el Sevilla FC, ubicado en una ciudad de tamaño medio, como Sevilla, y compartiendo con el Betis los medios de esta ciudad, pueda aspirar a estar en puestos altos en la tabla. Hay que tener en cuenta que, al dividir la población de Sevilla entre dos, al Sevilla le corresponde menos población que a otros equipos como el Zaragoza o el Ath. Bilbao.
Sabemos también que el apoyo social directo no es el único que determina la potencia de los equipos, y además en los últimos años va perdiendo importancia en favor de otras fuentes: ingresos por imagen, ventas de productos, ventas de jugadores, nuevos capitalistas, etc. No obstante, el apoyo directo es importante y, en cualquier caso, nos planteamos que hay equipos que disponen de un mayor apoyo que otros ¿cuál es la auténtica medida del apoyo de la afición?
Podríamos llamar "factor de atracción" a la proporción existente entre el número de abonados de un equipo, o del conjunto de los equipos de una zona, y la población natural, sobre la que actúa.
Si calculamos este "factor de atracción" para todos los equipos y además hacemos agrupaciones provinciales, podemos establecer una clasificación de los equipos y provincias de mayor a menor porcentaje de abonados sobre la población de influencia.
Para poder realizar este estudio, hemos considerado las siguientes simplificaciones o estimaciones:
Si alguien dispone de datos más correctos y nos los quiere hacer llegar a la dirección de contacto, le quedaremos agradecidos y los tendremos en cuenta.
Con estas premisas se pueden realizar cálculos y clasificaciones que se exponen a continuación.
En la tabla y mapa siguientes, se puede ver que solo hay tres provincias con un porcentaje de abonados superior al doble de la media nacional: Castellón, Álava y Sevilla.
Son provincias donde, por tradición o porque sus equipos están ahora en un buen momento histórico, existe una numerosa afición que se implica con sus equipos.
La siguiente tabla contiene las provincias, ordenadas por factor de atracción, con sus equipos correspondientes y número de abonados.
Nos atrevemos a incluir también entre las posibles causas explicativas de este alto factor de atracción al “efecto rivalidad local” que potencia la afición en algunas zonas concretas. Creemos que el principal exponente de esta idea es precisamente Sevilla, donde la rivalidad entre los dos primeros equipos es un estímulo de superación mutuo constante. Seguramente Asturias (Sporting de Gijón y Oviedo) sea otro ejemplo de esta rivalidad potenciadora.
Estos datos de factor de atracción se pueden representar más gráficamente en este mapa provincial, con un código de colores.
De mayor a menor factor de atracción: verde oscuro, verde claro, naranja y rojo.
Con todas las limitaciones que pueda tener el estudio, los resultados no deben de estar muy lejos de la realidad, pues el mapa representa intuitivamente la realidad nacional: es muy parecido al que saldría con otras variables socioeconómicas.
Es patente el efecto gravitatorio de Madrid sobre toda la meseta y, probablemente, Galicia y la penibética.
El foco cantábrico también queda resaltado. Del resto, solo destacan dos provincias: Sevilla (¿efecto rivalidad?) y Castellón (quizás también por el efecto rivalidad, más el éxito deportivo impulsado por el patrocinador del Villarreal).
El mapa sugiere que a la gente le gusta ganar, pues se apunta a los equipos que ganan. En general hay un efecto de concentración de la afición en las provincias más pobladas. Dado que el factor de atracción ya considera la población en su denominador, este efecto de concentración va más allá de la demografía. Es la espiral de la gravedad: las provincias más pobladas suelen tener equipos mejores, que tienen mejores resultados deportivos y atraen más público.
Son llamativas las excepciones en lo negativo: Murcia, Las Palmas, Tenerife, Alicante y Málaga, cada una con más de un millón de habitantes, tienen un factor de atracción menor que la mitad de la media nacional. Se pueden elucubrar algunas hipótesis que podrían explicar esta situación: alto nivel de vida que justificaría la opción por deportes más elitistas, alta proporción de población foránea no vinculada afectivamente con los equipos, baja proporción de la población de la capital en relación con la de la provincia (la capital no tiene suficiente preponderancia sobre su provincia), etc. Nos limitamos a exponer estas posibles causas, sin tener seguridad de que puedan responder a la realidad. Quizás alguien de estas provincias que tenga mejor conocimiento nos pueda apuntar alguna tesis consistente.
En la situación contraria se encuentran Soria y Huesca, con menos de 250.000 habitantes y un factor de atracción alto (> 2,5). Tampoco nos atrevemos a opinar sobre sus posibles causas, por desconocimiento de la realidad social local.
Si agrupamos las provincias por comunidades autónomas, y las ordenamos de mayor a menor factor de atracción, la tabla resultante es la siguiente:
Las comunidades con mayor apoyo de aficionados se ubican en el norte de España (País Vasco, Asturias y Navarra). Andalucía se sitúa ligeramente por debajo de la media nacional, ya que excepto Sevilla, todas las provincias ocupan lugares medios o bajos en la lista.
Es curioso el caso de Castilla-León. Es la comunidad con más provincias ausentes del estudio por no tener un equipo en las categorías contempladas, pero las provincias que sí figuran en este estudio tienen un nivel relativamente alto de abonados.
Los equipos grandes en España tienen, en general, un alto número de abonados, pero no necesariamente un porcentaje de abonados alto en relación con su población.
Si en Sevilla hubiera un solo equipo con 80.000-90.000 abonados, sería mucho más potente que el Sevilla o el Betis actuales, por no hablar del "efecto Fuenteovejuna", que proporcionaría la orientación de todas las energías futboleras de la ciudad en la misma dirección (cantera, negocios, publicidad, rentabilidad política, organismos y prensa). En el otro lado, habría que considerar que, a lo mejor, ante la falta de rivalidad local, la motivación y por tanto el factor de atracción quizás no fueran tan altos como en la actualidad. En este supuesto, si el factor de atracción de la provincia de Sevilla estuviera en la media nacional, este “superclub” tendría unos 40.000 abonados, es decir, un número similar al de cualquiera de los dos por separado, y se perdería el aliciente de mantener dos equipos en el primer nivel.
Además, el espíritu ensimismado y dual de nuestra ciudad seguramente haría que, si se fusionaran el Sevilla y el Betis, en mayor o menor plazo una mitad de la ciudad fundara otro equipo rival.
En definitiva, los datos hablan de que Sevilla es una provincia con mucha afición al fútbol y un alto factor de atracción. La pregunta que está sin respuesta es si esta rivalidad es la causa del alto factor de atracción, que sólo un estudio experimental (o sea, hacer la fusión), permitiría contestarla, pero lo vemos bastante improbable, y la verdad, no creemos que mereciera la pena probarlo.
El factor diferencial de Sevilla en España es, precisamente, la presencia de dos equipos de primer nivel, compartiendo sus limitados recursos, y, pese a ello, manteniendo ambos un alto nivel de competitividad.